DOCTOR LUIS PAULINO MORA MORA, PRESIDENTE DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA,
DOCTOR, MICHAEL LANGER, REPRESENTANTE DE LA FUNDACION FRIEDRICH EBERT,
DOCTOR OSCAR RODRIGUEZ LEON, REPRESENTANTE DE LA INTERN, DE SERV. PÚB. ISP,
DOCTOR, ARIEL PRINGLES, SECRETARIO EJECUTIVO DE LA CONFEDERACIÓN LATINOAMERICA DE TRABAJADORES JUDICIALES.
DOCTOR, HUMBERTO MIGUEL ÑIQUE, PRIMER VICEPRESIDENTE DE LA CONFEDERACION, REPRESENTANTE DE LOS TRABAJADORES JUDICIALES DE PERU.
SEÑORAS MAGISTRADAS Y SEÑORES MAGISTRADOS DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SEÑORAS Y SEÑORES MIEMBROS DEL CONSEJO SUPERIOR DEL PODER JUDICIAL,
DOCTOR JOSÉ ROMAN MATAMOROS, VICEMINISTRO DE TRABAJO.
SEÑORA FISCAL GENERAL DE LA REPÚBLICA A.I. , LICENCIADA LILLIAN GOMÉZ MORA.
SEÑOR DIRECTOR DEL ORGANISMO DE INVESTIGACIÓN JUDICIAL, LIC. JORGE ROJAS.
ESTIMADAS Y ESTIMADOS HERMANOS LATINOAMERICANOS, DELEGACIONES PRESENTES,
COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS DE LA JUNTA DIRECTIVA NACIONAL DE ANEJUD,
COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS, REPRESENTANTES DE LAS FILIALES DE ANEJUD,
INVITADOS PRESENTES, AMIGOS Y AMIGAS,
Para la Asociación Nacional de Empleados Judiciales de Costa Rica, ANEJUD, y para mí persona, es un honor dar inicio a esta VIII Reunión de la Confederación Latinoamericana de Trabajadores Judiciales, que por primera vez desde su creación, se realiza en un país Centroamericano.
Cuando recibí el ofrecimiento de organizar el evento en Costa Rica, lo asumí como un gran reto. Hoy estamos demostrando que en Centroamérica estamos preparados para grandes acontecimientos y que ANEJUD de Costa Rica, está preparada para asumir estas responsabilidades. Lógicamente con la ayuda logística de la Internacional de Servicios Públicos I.S.P. y la Fundación Friedrich Ebert, los cuales proporcionan el contenido económico necesario, bajo convenio entre ambas Organizaciones Internacionales.
Este evento me hace recordar los años 90s. Cuando se empieza a gestar el ideal de la unión latinoamericana, impulsado en Costa Rica por Hernán Campos y Felipe Gutiérrez, apoyados por Álvaro Rodríguez, grandes dirigentes de ANEJUD de esos años y en donde mi persona empezaba a dar los primeros pasos como dirigente nacional, a ellos les debo, por lo que me enseñaron, parte del dirigente que soy el día de hoy. Siempre les estaré agradecido.
La idea de esta unión de trabajadores judiciales latinoamericanos, nace en América del sur. Para unos, era un imposible por las diferencias políticas y culturales de nuestros pueblos. Para otros, un ideal de alocados dirigentes. Pero para sus pioneros, un reto, un objetivo difícil, sí, lleno de caminos tediosos, pero nunca inalcanzables.
El sueño hecho realidad de nuestra integración refleja ni más ni menos el alma de lucha de sus gestores, bajo la idea de un Poder Judicial inclusivo, democrático y autónomo, que nos permita aspirar a una administración de justicia de calidad, más eficiente y eficaz y de respeto a la dignidad del trabajador judicial, garantizando los derechos laborales y constitucionales de los mismos, objetivo primordial y la razón de ser del trabajo sindical.
A estos gestores de la unión latinoamericana, debemos de reconocerles, ese ímpetu inquebrantable que durante largos años han mantenido y han sembrado en nosotros la semilla de la solidaridad entre las hermanas y hermanos judiciales de nuestra América Latina.
Me refiero a los compañeros, Raúl Araya de Chile, a Julio Piumato de Argentina, a Juan Bautista Reséndiz de México, Juan Cisneros de Santa Fe, Argentina y a Luis Muñoz de Ecuador, los cuales al día de hoy, siguen luchando desde diferentes aristas, por los trabajadores judiciales de sus países y por los de Latinoamérica. A otros no tuve el placer de conocerles, pero igual les rindo un homenaje, todos los demás representantes de los trabajadores judiciales de cada país reunidos el día de hoy, que somos parte de la Confederación, entramos en diferentes tiempos a fortalecer esta unión, con nuestro trabajo transparente y sincero, con la idea de seguir los pasos ya encaminados, hacia la unidad y solidaridad de los trabajadores judiciales.
Esta solidaridad es vista como el compromiso político de trabajar colectivamente por los objetivos comunes trazados. Para la Confederación este principio constituye el eje central de su organización, por cuanto en el confluyen los altruistas compromisos de cooperación y fraternidad, que deben de ser demostrados en los procesos de planificación, organización y ejecución de las acciones colectivas que nos permitan alcanzar el bienestar común de los trabajadores que representamos.
Subrayo este principio de solidaridad, porque en estos momentos tenemos grandes problemas en algunos países latinoamericanos, en donde no se están respetando los derechos sindicales ni constitucionales de los trabajadores judiciales. En donde existen claras violaciones reiteradas al convenio 87 de la Organización Internacional del Trabajo, O.I.T. que como saben, versa sobre la libertad sindical y la protección al derecho a la sindicalización y en donde se están cercenando los principios y derechos fundamentales de nuestros representados, a través de la criminalización de la actividad sindical y la judicialización del derecho a la protesta.
Me da vergüenza informar, y me llama a la reflexión, que el realizar un paro de labores pacífico, en defensa de los derechos constitucionales de los trabajadores judiciales, en un edificio de la Corte Suprema de Justicia, en algunos países latinoamericanos, está tipificado en sus nuevas leyes, como un acto de terrorismo.
Y digo que da vergüenza, porque soy representante de los trabajadores judiciales latinoamericanos, electo por ustedes por unanimidad, como vicepresidente del Comité Ejecutivo, en la última reunión de la Confederación realizada en México. Difícil esta lucha.
Pero creo que no hemos agotado todos los mecanismos internacionales que tenemos a disposición, para hacer un frente de lucha en contra de estas prácticas. Debemos planificar y accionar estrategias más ágiles y eficientes para denunciar estas atrocidades, estas violaciones a los derechos de los trabajadores judiciales, acciones desde todo punto de vista impropias, de países que se dicen ser democráticos.
Impensable que algún día pase en mi país e impensable que algún día pase en mi Poder Judicial, en donde el dirigente sindical es respetado y en donde los trabajadores tenemos la oportunidad de participar activamente en la mayoría de Comisiones nombradas por la Corte Suprema de Justicia, esto como parte de la apertura que hemos logrado en los últimos años, refrendada por la más alta jerarquía del Poder Judicial, desde que el Dr. Luis Paulino Mora, asumió la Presidencia de este Poder del Estado Costarricense y apoyada por el Licenciado Alfonso Chaves Ramírez, vicepresidente de la corte suprema.
Esto, claro está, a pesar de que en algunas ocasiones tenemos contradicciones dialécticas que nos hacen transitar por un largo pero no tedioso camino, hasta encontrar el equilibrio idóneo entre los intereses de la institución y los intereses de los trabajadores.
Me es grato informar a todas y todos mis hermanos latinoamericanos, que gracias al Sindicato que con mucho honor represento, ANEJUD, somos el único Poder Judicial de Latinoamérica en donde los trabajadores tenemos un Representante en el Consejo Superior del Poder Judicial. Representación que ostenta en este momento el Lic. Marvin Martínez Fernández, al cual se le cumplió su periodo de 6 años y que por lo tanto, en los próximos días Corte Plena realizará el nombramiento del nuevo representante.
Estos logros que hemos obtenido los trabajadores judiciales costarricenses, deben ser fuente de lucha en todos los Poderes Judiciales de Latinoamérica.
Esta confederación, es un buen escenario para aprender y extender nuestra visión. Solo estudiando y analizando el funcionamiento de los Poderes Judiciales que representamos, podemos comparar como está el nuestro. Esta experiencia nos hace también conocer la realidad que vive el trabajador judicial, los buenos programas, incentivos, que podríamos recomendar aplicar en nuestros países, hay que luchar por esto. Nos hace conocer también los grandes problemas de persecución, irrespeto a la dignidad del trabajador y el acoso que sufren nuestras hermanas y hermanos, y ser vigilantes para no permitir que sucedan en los poderes judiciales que laboramos.
La defensa de los trabajadores y la de nuestras instituciones contra la nefasta corrupción, contra el Poder Político que en muchos casos no respeta la autonomía de los Poderes Judiciales, ayudará a que logremos tener una administración de justicia de calidad, pronta y cumplida…sueño innegable que pide a gritos nuestros pueblos.
Para esto es necesario, realizar un diagnostico en los poderes judiciales que representamos, en donde obtengamos como resultado, la visualización de los proyectos y/o reformas que se han aplicado, y que dignifican al trabajador judicial, y hacerlo emblema de lucha para lograr implementarlo a favor de nuestros representados. Esto debe ser necesariamente un compromiso de la Confederación. Un compromiso del nuevo Comité Ejecutivo, que se elegirá el próximo viernes 4 del presente mes, y con lo cual se dará por terminada la VIII Reunión de la Confederación Latinoamericana de Trabajadores Judiciales.
Quedan muchas cosas por realizar, muchas luchas que dar, muchos objetivos que alcanzar. Pero con el mismo espíritu propositivo y de unidad que hemos mantenido hasta ahora, seguro estoy que lo podemos lograr.
Termino mi intervención, agradeciendo al señor Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Doctor Luis Paulino Mora, al señor Vicepresidente de la Corte, Lic. Alfonso Chaves, al Consejo Superior del Poder Judicial, al Licenciado José Luis Calderón, Director del despacho de la Presidencia, al Lic. Alfredo Jones, Director Ejecutivo del Poder Judicial, al Depto. de Protocolo, por toda la colaboración que hemos recibido para que este encuentro sea un éxito. Gracias por el apoyo que he recibido de ustedes, representantes de los trabajadores y las trabajadoras judiciales latinoamericanos y por hacerme el honor de nombrarme vicepresidente del Comité Ejecutivo, por primera vez en la historia de la Confederación, Centroamérica estuvo representada en la más alta jerarquía de nuestra organización.
Bienvenidos a Costa Rica, bienvenidos a mi Poder Judicial, del cual les he hablado en demasía en otras oportunidades. Que su estancia en mi bello país sea de su agrado y que los resultados de esta reunión, sirvan para fortalecer los lazos que nos unen y para fortalecer los ideales de la unión Latinoamericana.
PARA NOSOTROS LA PATRIA ES AMERICA.
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