Por: Calos Sainz Muñoz
En épocas de crisis incumplir la convención colectiva es un injusto legal que causa miseria
Constituye la institución laboral más eficaz para conquistar, defender y actualizar a los trabajadores mejores y justas condiciones de trabajo ante la crisis. Constituye junto con los Sindicatos y el derecho la huelga los pilares de la clase trabajadora. Las leyes laborales envejecen a mucha velocidad y sólo pueden ser renovadas por la Convención Colectiva, cuyos fines es lograr mejoras para los hombres y mujeres trabajadores mediante cláusulas económicas, aumentos de salarios justos, seguridad social, jubilaciones, reducción de la jornada etc.
Se negocia y conciliatoriamente entre los trabajadores sus sindicatos y los empleadores del sector público o privado. La vanguardia en conquistar las convenciones fueron los trabajadores petroleros. Los derechos obtenidos se aplican a los que prestan servicio al momento de su depósito legal y a los que ingresen con posterioridad. Las convenciones garantizan una paz laboral justa y negociada. El sector público tiene requisitos muy exigentes para su tramitación como seguir los lineamientos del ejecutivo, se debe cuantificar su costo económico, se negocia en las inspectorías pero la procuraduría es la que la autoriza.
Es cierto que en épocas de crisis como la actual pueden los sindicatos reducir sus aspiraciones temporalmente siempre y cuando se garanticen los puestos de trabajo. La obligación de los empleadores públicos o privado sin excepción no sólo es negociar la convención si no cumplir una vigente, ya que ese cumplimiento es obligatorio y no depende de la voluntad del empleador. Constituye un derecho universal blindado en el Convenio 98 de la OIT, el Art. 96 de la constitución Bolivariana y la LOT.
La toma de empresas o expropiaciones no lo pueden desconocer ni mucho menos afectar. En épocas de crisis incumplir o no negociar una convención colectiva es un injusto legal que causa a la clase trabajadora a sus familiares y dependientes más miseria inmerecida.
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